Los conflictos más habituales en la empresa familiar son motivados por:

• la confusión entre la propiedad y la gestión
• la confusión entre la propiedad y el trabajo
• la confusión de las cuentas del negocio y de la empresa
• las responsabilidades asumidas y la remuneración de los miembros de las diferentes generaciones
• los conflictos de las diferentes visiones de aplicación de los criterios empresariales
• falta de liderazgo
• falta de comunicación

Estos conflictos que surgen como consecuencia de la confusión entre los diversos sistemas que configuran la estructura de esta modalidad empresarial causando problemas y tensiones en la familia que , inevitablemente, afectarán a la buena marcha del negocio familiar y viceversa. Al coste personal y al deterioro de las relaciones personales entre los miembros de la familia que estas divergencias generan, se añade el coste empresarial producido por los problemas en la gestión del negocio (junta general y consejo de administración, en particular) que. al estar formados por las mismas personas que componen la familia se encuentran inevitablemente afectados por las tensiones del ámbito familiar.

La mediación 

es un instrumento idóneo para gestionar los intereses de los distintos miembros de la familia empresarial, lo que permitirá alcanzar acuerdos satisfactorios que serán recogidos por instrumentos legales. Su objetivo está orientado a conseguir pactos sobre el conflicto y además, mantener la relación entre las partes en disputa ya que el mediador/a facilitará el diálogo entre ellas.